Reseña – Si esto es un hombre de Primo Levi

Reseña – Si esto es un hombre de Primo Levi

Realizar una reseña de Si esto es un hombre de Primo Levi se puede convertir en un arma de doble filo. Lo narrado en este texto supera todos los límites del bien y del mal, de la buena y mala literatura: lo importante es el contenido, lo que está narrando; la cantidad de atrocidades que tuvieron que pasar todos los judías durante la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, en el campo de concentración de Auschwitz. Leer a Primo Levi, para mí, ha sido replantearme la existencia; reflexionar sobre el bien y el mal.

Este libro es la primera parte de una trilogía que el autor dedicó a este campo de concentración., publicado en 1947, dos años después de que terminase todo. Por eso mismo, me gustaría indicar que la mayoría de las reseñas de la trilogía de Auschwitz encontradas en Internet son superficiales y tremendamente fáciles. Se basan en indicar algunas escenas impactantes, comentar la prosa del autor y realizar una conclusión creyéndose con el poder de recomendar esta lectura. ¿Recomendarías pasar por el sufrimiento de un campo de concentración?

Este libro no se puede comentar así. Va mucho más allá. Siento que el principal problema de este libro es quedarse con las situaciones externas, con el sufrimiento físico, con las descripciones de los cuerpos humanos. Quedarse con el hambre, con la contacte sed o con las infinitas jornadas de trabajo es quedarse con el 10% de este libro. Sí que es cierto que esta obra es un recurso perfecto para conocer a fondo las rutinas de estos campos, pero siento que el autor no sentía esta necesidad. Ha servido a miles de historiadores y estudiosos para entender cómo se organizaban los Kapos, cuáles eran los parámetros de selección, qué sucedía cuando caías enfermo…

El autor es obvio que quiere dejar constancia de todas estas atrocidades, pero no siento que quiera enseñar únicamente los elementos físicos. Se centra en los sentimientos de los judíos, en sus preocupaciones, en todos sus miedos que después se convierten en desesperanza. La maldad humana llevada al máximo extremo. El hambre que nunca se olvida. Los sueños que retumban en una habitación con 100 hombres más. Las preguntas sobre tu familia, sobre tu mujer, sobre tus hijos. No saber si los volverás a ver. Todas estas cuestiones que llevan a replantearse si de verdad vale la pena vivir, si de verdad eres un ser humano. Si algo quiero que quede constancia en este reseña es que esta reflexión es la que más daño me ha hecho: cómo tiene que estar una persona para replantearse su humanidad, su condición de humano.

Que quede constancia que este libro no es una novela, es una crónica. Sigue todos los elementos característicos de las crónicas como la primera persona, el estilo desenfadado y memorístico. Pero en estos elementos está el verdadero secreto de la veracidad. Si estuviese narrado como una novela, en tercera persona, con personajes que deben tener un interés especial no hubiese funcionado. Lo mismo ocurre con El diario de Ana Frank. Siento que ambas obras son esenciales para comprender el Holocausto.

No siento que sea una lectura para todo el mundo. Es más, no recomiendo leerla. Se pasa mal. Si eres una persona muy sensible es mejor que ni te acerques. Si, en cambio, estás dispuesto a sufrir unas cuantas horas para descubrir la realidad de esta crueldad, adelante. Será responsabilidad tuya. En muchos momentos de mi lectura debí parar, tomar aire y descansar.

 

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