Antes de comenzar con la reseña de La obsesión prodigiosa, hay que indicar que este libro está basado en el guion cinematográfico Maravillosa Obsesión de Omar E. Costanzo. No he encontrado excesiva información sobre esta obra, pero la verdad es que me gustaría verla llevada a la gran pantalla. En primer lugar, y como siempre indico, el género futurista o de ciencia ficción no es santo de mi devoción, pero en este caso encontramos diferencias. No es un género estrictamente puro, está diluido con humor y donde los personajes tienen mucha importancia.
La obsesión prodigiosa es un relato futurista. En su propia sinopsis se define como «sarcástico thriller enraizado en la peor de las debacles psicosociopolíticas imaginables […] situado en un nada alentador y fantasmagórico año 2050». Nuestro protagonista, Albin Eduardo, de 36 años, está viviendo un momento vital bastante complicado. Él es el padre de Alejando, un joven de 7 años, y que tras un matrimonio fallido su exmujer quiere la custodia completa. Pero no solo la custodia, sino que le está avasallando con procesos judiciales, abogados y burocracia. Consigue lo que quiere: dejarlo sin nada y con muchas deudas. Sin embargo, en este momento empieza precisamente la novela, ya que se reencuentra con antiguas amistades y una expareja.
Esta obra, La obsesión prodigiosa, ha sido escrita por Eddy Costa Mar, un hombre de 71 años que ha dedicado su vida a diferentes profesiones: guionista, director, puestista, escenógrafo… Y, por supuesto, escritor. También se ha prestado a las ciencias políticas y humanas. Él es una caja de sorpresas, pues desde hace diez años es instructor deportivo, técnico de sonido, guitarrista… Toda esta formación que he citado —que no es ni una pequeña parte de toda la que él cita— ha dado como resultado esta obra, que es visible, sobre todo, su pasado como guionista. Y, en cierta manera, su interés por las ciencias políticas ha convertido el humor de su obra en una constante sátira.
Hay obras que te sorprenden desde el primer momento y, precisamente, esta no fue una de ellas. Tuve que encontrarle el placer. Una vez que me adecué a la prosa del autor, a la brevedad de sus capítulos y me familiaricé con los personajes, todo fue mucho más sencillo. Asimismo, me gustaría indicar varias cuestiones en las que siempre me fijo: la construcción argumental y la evolución de los personajes.
Yo no tengo formación como guionista, pero algo entiendo sobre la formación de la trama. En esta obra no deja nada al azar, todo lo que sucede está sucedido por algo que aumenta el interés en la propia obra. Es decir, no considero que haya sido una obra que se ha construido por la acumulación de capítulo, sino que la construcción de los capítulos ha dado como resultado la novela. Y eso yo, personalmente, lo agradezco mucho.
Por otra parte, los personajes están bien construidos y se desarrollan en el trascurso de las páginas. Albin, el principal, nunca se rinde y sería la solución más fácil en su situación. Creo que es un libro que aporta un mensaje positivo, aunque esté englobado en una realidad que puede llegar a ser verdad. Si me pongo romántico diría que la superación personal vence cualquier calamidad, pero no sé si es del todo cierto.
En conclusión, La obsesión prodigiosa creo que es una obra interesante, completa y que se lee con bastante agilidad. Tiene algo más de 300 páginas y, para ser un género que nunca me suele convencer, me ha llegado al interior. ¡Buen trabajo, Eddy Costa!
Consigue la obra en este enlace.