Nos encontramos ante un libro que supone un gran reto para el autor: escribir cincuenta relatos de cien palabras cada uno. Y lo consigue, claro que sí. En esta reseña de Una suegra y dos hijos quiero explicar por qué considero que este tipo de textos es perfecto para leer entre horas y airearte de lecturas más pesadas.
José Fradejas es el autor de Una suegra y dos hijos. Él nació en Oviedo, aunque cuenta con orgullo que ha vivido en «todos los lugares de la geografía hispana». Se considera un hombre enamorado de la música y de la cultura pop. Asimismo, se dedica al mundo de la radio —Radio QK y Radio Vetusta— y de la prensa escrita. Finalmente, comenta que su vida cambió el día que nacieron sus hijos, mellizos.
Una suegra y dos hijos es un libro muy breve, tanto en sus páginas como en la longitud de sus relatos. Siento que es perfecto para leer en momentos señalados como esperando el bus, en los anuncios de televisión de tu programa favorito, en un viaje… Este tipo de estructura literatura, aunque denostada por muchos críticos, es bastante reconfortante para todas aquellas personas que sienten pereza hacia las historias largas. Es más, después de leer Una suegra y dos hijos te quedas con ganas de más.
El autor no se enreda en temas filosóficos ni muy complicados. Su intención es que tú entiendas todas las palabras, que te sientas identificado y que, seguramente, señales aquellos que más te han gustado. En mi caso he señalado bastante: «05. Antecedentes», «40. Aladdín», «42. Divinamente»… Hay muchos que me han gustado y que les he sentido potencial para continuar su historia. Sí, la verdad es que me gustaría que el autor desarrollase alguno de estos.
A su vez, creo que, aunque de manera irónica y encubierta, el autor hace una gran crítica social. Aunque no seamos conscientes de cuando lo estamos leyendo, después reflexionamos y entendemos todo el background que el autor quiere poner sobre la mesa. Por poner algún ejemplo, el relato «13. Novios», enmascarado en un halo de cursilería, nos sorprende con un giro argumental —¡en tan solo 100 palabras!—. Además, podemos pensar en ciertas cuestiones relativas al amor y en lo que este sentimiento —o no— cambia a los humanos.
De todas formas, quiero recomendar este libro por muchas razones. En primer lugar, porque su brevedad beneficia mucho la lectura. En segundo lugar, porque tu imaginación despega cuando ideas posibles escenarios en tu cabeza: quieres saber más sobre ese personaje, sobre cómo actuará si le pasase lo contrario. Por eso mismo, animo desde aquí al autor a que siga escribiendo y que use estos textos para sus novelas. Te doy una idea: ¡quiero saber qué pasa con la relación del relato número 5!
¡Consigue, de momento esta primera obra, aquí!