Como muchos sabéis, cuando leí la primera obra de Sally Rooney, Conversaciones entre amigos, quedé enamorado. Sentí una gran conexión con su prosa, con sus personajes, con su estilo y temáticas usadas. Me atrevería a decir que fue una de las mejores obras del año, pues una vez que la terminé no dejé de pensar en ella hasta el momento actual. Por consiguiente, cuando me enteré de que publicaban Gente normal no lo dudé dos veces: fui a la librería y lo compré. Lo devoré en menos de una semana. Sally Rooney: ¿qué tienes que me gustas tanto?
Me siento muy emocionado por escribir la reseña de Gente normal de Sally Rooney, ya que es un libro que me ha gustado de verdad. No obstante, tengo que ser sincero y creo que no es un libro para todo el mundo. No obstante, comencemos por la sinopsis: Marianne es una chica algo apartada de la “microsociedad” que se construye en un instituto. No obstante, Connell es un chico que forma parte de los populares. Aparentemente no se conocen, pero la madre de Connell limpia la casa de Marianne. Este es el primer paso para que ellos empiecen a conocerse y tengan una relación “secreta”. En realidad, todo el libro es un constante ir y venir de ellos dos durante toda su adolescencia: desde el instituto a la universidad. Son dos personas que se gustan y que, realmente, están destinadas a encontrarse, pero no es siempre tan fácil como la teoría explica.
Uno de los aspectos que más me gustan de la literatura de Rooney es que hace especial la cotidianidad. El mover de un dedo cuando alguien dice “no”, el picor de nariz cuando algo te emociona, la sombra que genera el pelo de la chica que te gusta… Todos estos detalles convierten el libro es una auténtica obra de arte. No obstante, sí que es cierto que la lectura de esta obra se hace algo tediosa, pues nada ocurre sorprendente más que el ir y venir de los protagonistas. Pero a mí, por ejemplo, me ha tenido en vilo durante todos los capítulos para saber qué iba a suceder, qué era lo siguiente.
El libro tiene 250 páginas y los capítulos tienen la longitud perfecta para no saturarte. Es más, la autora va intercalando acciones principales que suceden en el presente con recuerdos. De esta manera, la acción principal que narran se va complementando con aquello que no ha contado. Esta forma de narración me ha recordado mucho al diálogo con cualquier amigo o persona de confianza. Cuando se narran las historias, habitualmente, nunca son lineales. Siempre se enredan, se cuentan detalles innecesarios y otros que son fundamentales para el final. De verdad, cuantas más características saque de Rooney más me gusta, pues todo está pensado, todo es el resultado de un gran cálculo. ¡Bravo!