Recuerdo hace unos años que se publicaron muchísimos retellings. Grandes editoriales cogían sus grandes clásicos y los escribían con otro final, cambiando las intenciones de los personajes. En este libro, aunque manteniendo las distancias, nos encontramos en este esquema. El autor decide reescribir la historia, introduciendo un gran crimen, un asesinato, y contando todo lo que sucede alrededor. En esta reseña de La conjura os contaré qué podéis encontrar entre estas páginas.
Vicente Moratalla nació en Cuenca, en un municipio llamado Sisante. Su vida laboral siempre ha estado vinculada con el Cuerpo Superior de Policía, pasando por la Reserva Activa en la categoría de inspector jefe. Ha ejercido como Seguridad del Estado en la Brigada de Investigación Criminal, Fronteras y Extranjeros… Indudablemente, su experiencia le avala, pues ha estado treinta y tres años. En relación con la literatura, esta obra es su segunda publicación; la primera se titula Padrinos de guerra.
La conjura nos ubica en tiempos de posguerra en España. Son momentos convulsos: hay una tranquilidad aparente, pero las sensibilidades están destrozadas. Nos presenta a Sergio, inspector de Policía, y a Alexandra, su novia. La madre de esta ha sido asesinada; y el padre, hombre alemán con muchos contactos, empieza a mover fichas para descubrir qué ha pasado. Finalmente, no solo este asesinato, sino otras muchas cuestiones, como el asesinato del almirante Luis Carrero Blanco, se darán cabida en esta trama policiaca.
Lo importante no está en la premisa, todo lo contrario. Siento que el verdadero valor de esta obra está en entender y valorar aquellas escenas donde hablan los altos cargos. Hay momentos donde se hablan de cuestiones que pueden ser ciertas y que pueden haber pasado. Si analizamos al autor, puede haber estado dentro de aquellas reuniones. Eso sí, él indica que todo es ficción, que cualquier semejanza con la realidad es casualidad. Pero queda esa duda, esa intención de querer saber más. Indudablemente, al terminar de leerlo, reflexionas sobre cuál es la realidad sobre ciertas historias. Hemos llegado a un punto donde se cree como cierto solo aquello que se cuenta. Si no lo expones, no ha existido.
A su vez, me gustaría destacar algunas cuestiones de este libro:
- Está compuesto por más de seiscientas páginas, es bastante pausado y reflexivo. Con esto no quiero decir que sea aburrido ni denso. Hay momentos donde este ritmo, precisamente, lo he agradecido. Cada libro ofrece lo que precisa y, en este caso, el ritmo y la prosa responde directamente a las necesidades de la historia.
- Los personajes son importantes, sí, completamente. Todos tienen una evolución más o menos llamativa. Me gusta que no sean las mismas personas al principio que al final. La trama les hace crecer —o todo lo contrario—. Diría que este no es solo un libro policiaco, un thriller, sino que es «de personajes».
- Como último punto, los capítulos breves es algo que he agradecido mucho. Cuando vi el libro por primera vez me achanté, no me apetecía leer algo tan largo. Pero lo he disfrutado como un niño pequeño. Y siento que ha sido gracias a la brevedad de los capítulos: no superan las cinco-seis páginas.
Si estás buscando un libro policiaco, con un crimen que investigar, basado en la historia reciente de España, lo has encontrado. Te recomiendo que analices muy bien todo lo que lees, porque quizás aprender más de lo que crees. Ha sido un gusto leer La conjura, la verdad.
Me ha parecido una novela extraordinaria, no solo por lo interesante del tema sino por la forma que tiene su autor, de adentrarnos en un mundo in’edito, de los que muchos hablan pero pocos conocen. Relata una época muy importante en la historia de España. Amor, crimen, éxitos y miserias, forman una amalgama de personajes variados que envuelven al lector en una trama trepidante. Es una novela desde la primera hasta la última página, interesantisima y referente en su género.
Pino Naranjo