Sabéis que siento predilección por los libros intimistas, donde los protagonistas son el punto más importante de toda la trama; para que me entendáis, prefiero un personaje bien desarrollado con un gran trasfondo que una aventura trepidante. Por eso mismo, y acostumbrado a salir de mi zona de confort, me he encontrado con uno de estos libros. En esta reseña de Sirena perdida quiero explicar por qué siento que es un libro que debe ser leído por todo el mundo.
Sirena perdida es un libro escrito por Concepción Mira, nacida en Jijona y licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid y graduada en Magisterio por la Escuela Oficial de Magisterio de Alicante. Durante toda su vida laboral ha mantenido responsabilidades muy ligadas a las relaciones personales, al liderazgo y a el desarrollo profesional, entre otros aspectos. Sin embargo, en 2015 empezaría su andadura en la vida literaria, ganando el premio AUDEMAN de Narrativa por Instinto de supervivencia. Dos años después ganaría el premio Círculo Rojo por Lucrecia Perón.
Este libro, Sirena perdida, cuenta la historia de Andreu, famoso pintor que decide tomarse un descanso, y Cristina, periodista, que decide hacer un «estudio» de este personaje. No obstante, es en esta relación aparentemente profesional donde se esconde el secreto del libro y, por qué no decirlo, también de la vida. Andreu es un hombre experimentado, donde ha vivido ya bastante y quiero descansar; pero, por otro lado, Cristina necesita experimentar, conocer y progresar personalmente.
Si hay algo que realmente valoro de esta novela es el tratamiento que Concepción le ha dado a los personajes. Son completos, con un trasfondo realmente compacto. Al leerlo entendía que estos no se habían creado al azar, que la autora ha llevado un estudio profundo de ellos. Se podría decir que los personajes no son unos desconocidos para ella. Asimismo, este estudio y trabajo previo también es visible en todo el arte que se lee en la obra. Andreu, como no podía ser de otra manera, está rodeado de arte, de cuadros y corrientes artísticas. Por consiguiente, como bien indica Nieves Algaba, prologuista de esta novela, «Andreu sirve como hilo conductor que nos lleva a transitar por los distintos movimientos artísticos y sus características».
En sus 249 páginas creo que se esconde una historia maravillosa, con personajes dignos de conocer y una voz de Concepción que esconde muchísimas cosas: experiencia, trabajo previo y, sobre todo, buen gusto. Una obra maravillosa que puedes conseguir en este enlace.