Reseña de “Laberinto de espejos y espejismos”

Reseña de “Laberinto de espejos y espejismos”

Admiro tanto a aquellos autores que saben entrelazar tramas, buscar la solución perfecta sin dejar que el fluir de la narrativa acabe por olvidar ciertos finales. Saber cómo debe continuar un personaje es importante, pero hacerlo cuando el relato ha terminado es, incluido, más destacable. En esta reseña de Laberinto de espejos y espejismos os quiero contar cómo debéis leer esta novela.

Samanta Ramos nació en 1994 y actualmente reside en Utebo, Zaragoza. Esta obra es su debut dentro de la publicación, pues sí tenía cierta experiencia escribiendo, pero no se había atrevido a mostrarse al público. En 2020 quedó vencedora del 4.º certamen de Relatos Cortos «Tigre Juan» en Oviedo. Indica que cada paso que da —y consigue— en el mundo de la literatura es cumplir un sueño. Además, se graduó en Estudios Ingleses, máster en Estudios Literarios y Culturales y, en la actualidad, trabaja en la Escuela Oficial de Idiomas.

Laberinto de espejos y espejismos es un libro de relatos diferente a todo lo que has podido leer antes. La autora, en el prólogo, da algunos consejos para leer su obra. El lector comenzará con la lectura, creando imágenes mentales y uniendo o suponiendo relaciones de los personajes. Pero, cuidado, «Esta lectura es, en gran parte, un juego de ilusiones lingüísticas que producen un desajuste entre la realidad y la imagen mental que el lector ha ido creando a lo largo del relato». Efectivamente, es un libro que juega con nuestra mente.

A lo largo de los quince relatos, la autora nos presentará diferentes escenarios, así como diversos personajes. Sin embargo, estos pueden llegar a tener relación, o quizás no. Aquí radica el poder que tiene esta obra. Los textos no funcionan solamente como piezas independientes, sino que pueden entenderse como entregas, como historias que pueden llegar a construir un universo mental más amplio. Y, partiendo de esta base, me parece algo muy novedoso y profesional, porque llegar a ese punto y no perderte por el camino es maravilloso.

Desde la primera línea descubrí a una gran autora, Samanta Ramos. Es visible su preparación literaria, también el trabajo que lleva detrás de sus historias. Están pensadas y llevabas a cabo con maestría, pues no deja pelos sueltos. He disfrutado de verdad su lectura, aparte de que la prosa es muy sensible y acogedora, siento que el libro está preparado para todo tipo de lectores. Cada uno de ellos puede sacarle su propio jugo, puede verse identificado o puede identificarse con lo que les pasa a los personajes.

Los relatos son breves, aunque sí es cierto que varía de uno a otro. El primero, por ejemplo, son cinco páginas. El siguiente algo más del doble. De todas formas, estamos hablando de relatos rápidos, con una forma de narrar muy interesante y adictivos. Me hubiese gustado haberme paralizado más entre textos, pues siento que podría haberlos reflexionado más. No descarto volverlo a leer, pues he sentido que puedo sacar conclusiones interesantes. Gracias por escribir libros tan trabajados, Samanta, ha sido una experiencia estupenda.

P.D.: Cuando lo leáis, pensad en mí en «Una noche en libertad», de la página 131. Es mi favorito.

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