Reseña de “La chica del cuadro”

Reseña de “La chica del cuadro”

En esta reseña de La chica del cuadro quiero dejar constancia de que ha sido una gran sorpresa para mí. He disfrutado muchísimo de la lectura, he descubierto a un autor del que quiero leer más y, sobre todo, me he sentido acogido por sus personajes. Sin embargo, todas estas cuestiones vamos a desarrollarlas a continuación.

Chema Vallverdú es un hombre nacido en 1957, el cual se ha formado y trabajado durante toda su vida en el mundo de los negocios. Él ha dirigido un negocio internación relacionado con la alimentación. En un principio, se podría pensar que el mundo de los negocios y la literatura están muy separados, pero nada más lejos de la realidad. Él nació en Barcelona y adora mostrar su propia realidad en los relatos que escribe. Además, como bien indica en su biografía, él es un escritor formado en la Escuela de Escritura del Ateneu de Barcelona. La chica del cuadro es su primera novela, aunque no es la primera vez que escribe.

Esta historia nos cuenta la vida de Álex, un ejecutivo de 53 años. Regresa a Barcelona y tiene un objetivo vital muy importante: conocer a sus verdaderos padres, pues nunca lo supo, ya que se crio en un centro de menores. Sin embargo, esta premisa se entrelaza con la obsesión del protagonista con una mujer. En su casa donde él está alquilado descubre un retrato de una mujer, y su interés por conocer quién es no le puede frenar.

Hay varias cuestiones importantes en esta novela que me gustaría destacar. En primer lugar, el carácter emotivo que tiene la prosa y la trama que ha construido Chema Vallverdú. Podríamos pensar que una historia así, de descubrir el legado familiar y de intriga podría estar exenta de amor, pero todo lo contrario. El protagonista se sumerge en una historia que sorprende y emociona. Pocas veces destaco este carácter de un libro, pero en esta ocasión sería imposible no hacerlo.

En segundo lugar, siento que es muy agradable toda la ambientación de la novela, sobre todo el tema del arte y de los museos. Asimismo, los personajes tienen un buen tratamiento, están bien construidos y desarrollados. El lector en ningún momento se siente excluido, todo lo contrario; las palabras del autor abrazan y enganchan. Siento que es una novela que hay que tener en cuenta, de verdad.

Finalmente, quiero recomendar esta novela porque os va a sorprender. A mí, en lo personal, me han emocionado varios aspectos: la perfección de su estructura para ser un autor primerizo, la emoción en sus palabras y la sinceridad del final. ¡Vaya final! Chema Vallverdú, quiero leer más de ti, no dejes de hacerlo en ningún momento.

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