Cuando me topo con novelas que se alejan de mis géneros preferidos, entro en conflicto, pues no quiero entrar con prejuicios. Intento liberarme y comenzar a leer queriendo ser uno más dentro de la historia. En este caso lo he conseguido, por supuesto, y por eso os traigo la reseña de Buscando a Sofía en el multiverso. Es una novela que une ciencia ficción, con recuerdos del pasado y pensamientos filosóficos. Esta obra es mucho más de lo que imaginas.
Antonio Navarro-Ball firma esta obra, nacido en Denia, España, en 1985. Su entrada en el mundo de la literatura acompaña a su profesión: médico radiólogo, «con especial interés en la neurorradiología». En su biografía comenta que «su faceta como escritor ha dado lugar, fundamentalmente, a novelas en las que se entremezclan la filosofía, la ciencia ficción y el drama en proporciones cambiantes». Con Círculo Rojo es su primera obra publicada y desde aquí le animamos a que siga escribiendo, pues tiene mucho que contar.
Buscando a Sofía en el multiverso cuenta la historia de Ray, apodado como «el Apóstol», lucha por sobrevivir. No tiene ayuda por parte de nadie, ni un techo donde dormir. Sin embargo, su viejo profesor de filosofía le intenta ayudar, pero pronto aprecian que el verdadero problema de Ray es mucho más poderoso de lo que pensaban. Aparecen personajes de un remoto pasado para desvelar cuestiones que repercutirán en el futuro, Ray tendrá que cambiar sus actitudes… Es una novela frenética donde el misterio está en averiguar qué le ha pasado a Ray y a su familia.
Hay varias cosas que me gustaron de esta obra. En primer lugar, el ritmo de la misma. Como acabo de comentar, es frenético, siempre está pasando algo y, cuando el autor decide parar para reflexionar sobre algún tema, entiendes que se está introduciendo lo siguiente. Me ha parecido que está construido por una buena estructura, atractiva para el lector. A su vez, creo que los personajes tienen el poder de mostrarse tal cual son, mostrando sus temores. Sí es cierto que hay personajes a los que les ha faltado desarrollo, pero la ejecución del principal es estupenda.
En estas 280 páginas, 22 capítulos, descubrirás un mundo alejado completamente de la realidad. Sí que está basado en la cotidianidad, por supuesto, pero las reglas son completamente diferentes. Aunque yo suela comentar que no disfruto de este género, cada vez le estoy sacando más jugo: me gusta eso de entrar en un terreno donde todo es desconocido para mí, hasta el más mínimo de los detalles.
He disfrutado de su lectura, creo que puede ser un libro perfecto para regalar a los amantes del género. Y, además, auguro a Antonio Navarro un futuro prometedor en la literatura. Solo hay que leer el libro para darse cuenta de esta realidad. Tu mismo puedes descubrirlo en este enlace.