Siempre me gusta acercarme a la literatura infantil-juvenil y ver de qué forma se intenta atraer al público joven —seguramente sea el más exigente—. En esta ocasión os traigo la reseña de Stifundi, un texto que fue escrito cuando la autora tenía catorce años. Sin duda alguna, podría formar parte del listado de los mejores libros infantiles.
Montse Losada Ordis nació en Palma de Mallorca en 1986. Como bien indica en la biografía, esta historia la escribió cuando solo tenía catorce. La guardó en un cajón y se esperó al mejor momento para publicarla. Gracias a la editorial Círculo Rojo, por fin ha sido publicada, para sorpresa de los más jóvenes. Además de su faceta como escritora, es maestra y directora de Meraki, una escuela en su ciudad.
Este libro guarda la historia de Jack y Hank, dos jóvenes amigos que tienen una gran imaginación. Gracias a esta, se verán sumergidos en grandes historias que el lector deberá ir descubriendo. Se verán sumergidos en un mundo mágico, donde ellos serán los únicos responsables de solucionar algunos conflictos. Se encontrarán con unos seres fantásticos, los stifens, con los que aprenderán muchísimo en valores y en conocimiento personal.
Me atrevería a confirmar que este último punto es el más importante de toda la obra: el aprendizaje que sus protagonistas adquieren. Todos esos conocimientos traspasan las páginas y los lectores se sentirán parte de ellos. Para aquellos que se lo pregunten, Stifundi es un lugar muy lejano repleto de pequeños animales, similares a los que salen en la portada del libro. La autora se vale de este escenario para mostrar aquellos valores que para ella son importantes. No me gustaría desvelar gran parte del encanto de la obra, pero el buen humor, la empatía, el juego en equipo y el respeto son primordiales.
Además de todas estas cuestiones, considero que el texto es una buena forma de incitar a los pequeños el gusto por la literatura. Los capítulos —diez para ser exactos— son sencillos, breves y con ilustraciones a color, las cuales llaman realmente la atención. En sus casi ochenta páginas, los lectores pasarán por diversas emociones: por un lado, incertidumbre, pero por otro la emoción y felicidad de ver que los personajes están aprendiendo bastante.
Podría comentar infinidad de cosas más sobre este texto, como que me gustaría leer nuevas aventuras de sus personajes, que la creación de estos animales me parece muy acertada, que la autora ha sabido —o sabía cuando lo escribió— guiar muy bien al lector y que se sienta parte del texto… Realmente considero que es un texto atractivo, perfecto para los pequeños/as de la casa. Puede ser una buena forma de pasar un rato divertido si leéis el texto todos juntos. Encuéntralo aquí.