Gran parte de los lectores, al ver el género y la portada se pueden imaginar de qué trata el libro. Si no lo hubiese leído, consideraría que es una novela romántica adolescente, con clichés y personajes vacíos y sin carisma. No obstante, una vez que te adentras en sus páginas es completamente diferente: sus personajes te conquistan y la autora sabe cómo hacer para que les entiendas. En esta reseña de No te vayas nunca contaré qué contiene esta novela.
Yolanda Vicent Monllor, Saranghae como pseudónimo, nos sorprende con su tercera novela: No te vayas nunca, editada por Círculo Rojo. Nació en Alcoya en 2002, el 15 de septiembre. Y, desde entonces, la literatura ha formado parte de su vida. En la actualidad cursa el doble grado de Magisterio Infantil y Primaria, pero todo su tiempo libre lo invierte en crear historias tan fantásticas como la que tenemos entre manos. En 2020 publicó su primera obra, El día en el que me enamoré de ti, y, un año después, la segunda parte de la bilogía, El día en el que nuestro amor se acabó. Ahora nos sorprende con esta obra autoconclusiva.
No te vayas nunca es una obra sencilla por su estilo, pero algo más complicada en la formación de los personajes. No se tratan aspectos banales de las relaciones, es decir, no vas a encontrar conflictos típicos de celos y de peleas por haber gritado. Los personajes, Erick y Lia, tienen un trasfondo más complejo de lo que podemos imaginarnos.
Esta obra está dividida en setenta capítulos, narrados cada uno de ellos desde el punto de vista de un personaje diferente. Esto ayuda a ampliar la visión hacia ellos, a formar un cuadro más completo sobre la personalidad de ambos. No obstante, hay ciertas cuestiones que me han llamado mucho la atención:
-Brevedad de los capítulos: En muchas ocasiones he agradecido que los capítulos fuesen breves, pero en algunos momentos son excesivos. Me hubiese gustado que las escenas no terminasen tan rápidas.
-Personajes secundarios: Aunque sí que tienen algo de presencia, me hubiese gustado que cogiesen en rol de protagonista en algunos momentos. Sobre todo para que el lector «descansase» de la intensidad de Lia.
Sin embargo, No te vayas nunca me parece una novela tremendamente agradable. Es perfecta para acompañarte durante varias tardes. Sus casi 350 páginas te ayudarán a despejar la mente y a salir de la tediosa rutina que todos llevamos. ¡Enhorabuena, Saranghae, sigue así! Tus historias son perfectas para mostrar ciertos conflictos interiores y para demostrar al mundo que el género romántico puede tener muchas otras capas.