¿Alguna vez ha aparecido algún libro delante de vosotros y os ha sorprendido porque era el libro perfecto? ¿Aquel libro que estabais esperando para que os sacase de un mal momento? En esta reseña de Vivo después de la muerte voy a intentar explicar todos estos motivos y el porqué considero que deberíais leerlo.
Vivo después de la muerte narra la historia de un joven que sufrió, días después de un accidente grave, experiencias cercanas a la muerte. Sé que hay muchas personas que son reacias a este tipo de temas, pero creo que este tipo de libros es perfecto, especialmente, para la gente que no se lo termina de creer del todo. Antes de entrar en opiniones personales, narraré la sinopsis de la novela:
Elías sufre un grave accidente y tras una mala práctica en el hospital entra en coma. Durante estos momentos, él se ve desde fuera, conociendo todas las conversaciones y conociendo a un ángel que le visita en la habitación. No creo que sea necesario comentar muchos otros detalles, pero el objetivo de este libro es el mismo que tiene el autor (pues es experiencia personal) demostrar que Dios existe y que hay vida después de la muerte.
Siento que este libro puede llegar a tener muchas diferentes lecturas, pues cuando se relatan experiencias personales la ficción literaria se rompe. El lector se puede sentir ofendido o, por el contrario, bendecido por conocer estas palabras. Yo, en lo personal, pertenezco al segundo grupo, pues creo firmemente que existe vida después de la muerte terrenal. Sin embargo, me gustaría mandar un mensaje a los lectores de ambos grupos:
- Al segundo grupo le diría que es un libro interesante para reafirmar todos esos conocimientos que tenemos adheridos, pero no vais a encontrar nada nuevo. Es una experiencia cercana a la muerte más, de las miles que hay contadas y verificadas.
- Al primer grupo, en cambio, le diría que hicieran el esfuerzo de leerlo, de conocer cuál es la verdadera historia de Elías, que la lean sin prejuicios, sin ofensas personales. Este libro es como una conversación, como si estuvieras hablando con un amigo que ha pasado por esta experiencia. Te lo puedes creer o no, pero siempre está bien escucharla.
Asimismo, introduciré en esta reseña de Vivo después de la muerte que la obra es muy sencilla y se lee bastante rápida. Tiene una prosa muy ágil y sin extremadas complicaciones. No hay recursos literarios en exceso, pero no dificulta la lectura la sencillez de la pluma. Por eso mismo, creo que es un libro aceptable, para todo tipo de personas (dependiendo de a qué grupo pertenezcas) y que os puede llegar a modificar vuestro pensamiento. A mí me lo cambió otro libro bastante similar.