Antes de comenzar con la reseña de Paraísos efímeros, quiero hacer una mención especial a la portada. Creo que es muy llamativa, que cumple la función de crear interés y que representa, en cierta manera, algunos de los relatos que nos encontramos en su interior. Y sí, sé que no deberíamos guiarnos por la portada de un libro, pero siempre es la primera impresión que recibes. Paraísos efímeros es un libro de relatos donde el autor se introduce en muchísimos temas: el amor, el desamor, lo real, lo irreal, el terror, el misterio…
Juan Carlos Delrieu, autor de esta obra, estudió Económicas en la Universidad de Alicante. Posteriormente, dio el salto a la capital y trabajó en el Banco de España como económetra. Todos estos conocimientos los desarrolló y los amplió en México, pocos años después, y trabajó como Chief Economist y ejecutivo de una multinacional mexicana. En estos momentos surgió Paraísos efímeros; aún no se decidió a escribirlo, pero muchas de las ideas germinaron en territorio mexicano. Finalmente, vino a España y se quedó, con la intención de «trabajar en el desarrollo de la sostenibilidad como una forma de seguir mirando hacia adelante».
Paraísos efímeros es un libro de relatos —divididos en tres partes: del amor y de la muerte; del enredo al infortunio; del paraíso al infierno— de menos de 150 páginas. Estos textos son breves, algunos más que otros, y no tienen relación entre ellos. Sin embargo, me hubiese gustado interiorizar más en algunos de ellos. Algunos, como el de la cámara antigua o el secuestro de la niña, me parecieron fabulosos y me quedé con ganas de saber más. No considero que no estén desarrollados los personajes ni los escenarios, considero que en esas historias hay mucho más donde sacar.
Escribir una reseña sobre un libro de relatos es igual de complicado que hacer con un poemario. Los textos suelen ser independientes, y habría tanto que hablar de cada uno de ellos por separado que la reseña sería infinita. No obstante, me gustaría resaltar que hay relatos breves, muy breves, de media página, por ejemplo. Estos, usualmente, están acompañados de una ilustración. Las temáticas son diferentes, pero quiero destacar uno: se llama «Minimalismo».
Su entrega y pasión por las microficciones lo había empujado a escribir un microtestamento en el que se podía leer: «Todo para ti».
En estas dos líneas, encontramos una profundidad asombrosa. Ya no solo hablamos de una persona que sabe que se va a morir, que le deja todo lo que tiene a su amor —quién sabe si real o no—, sino que todo se engloba en una «microficción». El estilo de este relato me recuerdo mucho a algunos libros de Juan José Millás, aunque en otros nos encontramos con el terror que acompaña a King.
Mentiría si dijese que no los he disfrutado, pero me hubiese gustado más que estuviesen relacionados, que pudiese identificar y valorar el estilo del autor. Estoy convencido de que este libro es un primer trabajo adaptativo de Juan Carlos Delrieu, pero que nos sorprenderá con otras obras magníficas.
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