La literatura tiene que ser valiente y debe expresar nuestros sentimientos más íntimos. Disfruto mucho más de un texto cuando intuyo que el autor/a se ha abierto en canal. Detesto cuando leo textos donde se ocultan nombres o escenas que pueden herir sensibilidades. Las palabras lo pueden contener todo y el lector debe ser el responsable de adentrarse en ellas o no. Eso sucede con esta obra. En esta reseña de Calambre corporal. 10 relatos eróticos seré muy sincero.
Sobre el autor/a poco puedo contar. Se denomina FXAC2112 y no tenemos más datos. El hecho, aunque puede pasar como anecdótico, despierta la curiosidad en el lector —o por lo menos en mí—. ¿Por qué no firma con su nombre? ¿A qué tiene miedo? ¿Qué puede llegar a contar que le impide presentarse? Quizás su intención no es esta y es algo más mundano, pero la incertidumbre queda ahí.
Este libro contiene 10 relatos eróticos, en un primer momento inconexos. Sí es cierto que en la contraportada se escribe: «Manual de instrucción (para lectores que consideráis la literatura erótica una literatura menor». Te crea una lista en la que leer los textos para que tengan cierta continuidad. En mi caso, no seguí este orden.
Hay varias cuestiones que me han gustado de este libro. En primer lugar, la brevedad de los textos, pero no faltos de intensidad. Se describen las relaciones sexuales con total libertad, libre de prejuicios: nos encontramos todo tipo de fantasías. Y, en cierta manera, este libro demuestra que los tabúes en el sexo solo te restan placer.
Antes de comenzar cada relato, el autor explica qué le mueve a escribirlos. Por poner algunos ejemplos para que lo entendáis, la escritura del capítulo 7 se inicia después de preguntarle a una mujer si era vampira. Del 9 cuenta que es su favorito y que se arrepiente de haber actuado como el protagonista. Este hecho demuestra que hay algo de biográfico, de dejar los monstruos que nos perturban atrás.
Además, en el prólogo leemos: «[…] si has decidido seguir con la lectura de este libro, ponte cómoda, abre tu imaginación y disfrútalo, porque te mereces tu propia intimidad». Efectivamente, creo que en esta frase está el secreto del libro. Es una obra para disfrutar en la intimidad, para dejarte llevar y que tu imaginación baile. Debes crear un vínculo especial con él, pues generará en ti emociones divertidas y calientes.
En conclusión, en este libro de 100 páginas encontrarás un mundo que puede interesarte. No te pongas límites, no te censures antes de leerlo. Siempre hay que premiar la valentía en el arte, y Calambre corporal. 10 relatos eróticos se lo merece. Ojalá algunos escritores tomen ejemplo y se adentren en este género tan denostado. La literatura erótica es tan válida como cualquier otra.
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