Hace poco tiempo que leí por primera vez un libro sobre el autismo. Siempre había estado centrado en novelas de ficción contemporáneas, que contasen grandes historias, pero alejadas de la realidad. Cuando fui adentrándome en temas reales me sorprendí porque, casi siempre, supera a este género que tanto disfrutaba. Leer libros sobre enfermedades y, en este caso, sobre el autismo, es muy importante. En esta reseña de Te escucho mejor si no te miro narraré el porqué.
Ana Belén Arosa y la Dra. Loreto Brotóns son las autoras de Te escucho mejor si no te miro, un libro que pretende mostrar al público qué es esta enfermedad. En cierta manera, la quieren aproximar a la población pero de una forma sencilla y con la información correcta. Ana Belén es odontóloga, nacida en 1973 en Bilbao. Es madre, escritora y desde siempre ha necesitado esa expresión artística que la sacase de su rutina. Por otra parte, la Dra. Brotóns nació en 1974 en Alicante. Es licenciada en Medicina y Cirugía; también madre. Desde el 2004 que trabajó como psiquiatra infantojuvenil se ha sentido en deuda con esta disciplina. Ambas quieren ayudar y, como dice Ana Belén, «aprobar la única asignatura que no existe en las aulas: “escuchar lo que decimos por dentro”».
Como he comentado, Te escucho mejor si no te miro es una obra que pretende ayudar a las personas en dos cuestiones: aceptar el diagnóstico de TEA y gestionar bien las emociones que se generan. Sin embargo, en esta obra, además de cuestiones científicas y médicas, encontramos opiniones reales, verídicas, de personas que sufren y conviven con el autismo. Este tipo de libros seguramente puedan cambiar ciertas construcciones que tenemos en la sociedad. Estoy convencido de que muchas personas desconocen esta enfermedad; tampoco les culpo, si no fuese por este libro yo seguiría igual.
El libro tiene menos de 300 páginas y no es un compendio de citas y cuestiones académicas. Para que me entendáis, no es un ensayo científico. Lo compone diez relatos, un prólogo, una aproximación teórica y otros textos complementarios. Me gustaría traer una oración que me gustó mucho, aparece en el prólogo: «Entendiendo y fomentando sus potencialidades y ayudándoles en sus limitaciones». Gracias a este libro he entendido que las personas autistas únicamente son personas diferentes, tienen recursos diferentes pero se pueden potenciar para llevar una vida perfectamente feliz.
Si algo disfruto de la literatura es aprender, descubrir nuevos horizontes que me hacen evolucionar como persona. De este libro he aprendido muchísimo, lo recomiendo infinitamente. Tanto que seguramente lo vaya dejando a mis conocidos. Hay mucho que aprender y muchos estigmas que eliminar. ¡Enhorabuena, escritoras!
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Loreto es una gran persona que ha sido capaz de trascender su función de psiquiatra de salud mental e investigar ante casos “diferentes unidos por una especie de hilo invisible porque todos tienen un “algo” que les hace fácilmente identificables desde la mirada experta pero “invisibles” a los ojos de quienes desconocen la complejidad del TEA.
En 20 minutos de charla con un menor es capaz de “descubrir y explicar” lo que mueve esas cabezas tan complejas y tan maravillosas a la vez.
Cuando llevas años de búsqueda de explicaciones y comprensión en consultas de supuestos “profesionales” oír sus explicaciones tras un contacto tan corto te emociona. Usa el lenguaje que siempre has usado para tratar de que te entiendan y te explica lo que nadie ha sabido explicarte pero tú llevas años viviendo. ¡Sólo 20 minutos! OTROS PROFESIONALES SIGUEN EVALUANDO TRAS AÑOS, haciendo perder el tiempo y la Esperanza a madres y menores. Lo más grave es que pueden llegar a medicar ante las consecuencias de la inacción causando grandes trastornos. Si al menos leyesen este libro…