Adoro descubrir personajes nuevos y más si están tan bien desgranados como en este libro. En esta reseña de Los cuadernos malditos de Federico Gamboa os contaré quién es Federico Gamboa, quién se ha interesado por su vida y qué sentimientos me ha generado. Sin lugar a dudas, estamos ante un libro de estudio y de consulta, de lectura lenta y de apertura a otros mundos (es un libro puerta, como me gusta catalogar a los libros que te presentan otras obras).
Como su sinopsis indica, Los cuadernos malditos de Federico Gamboa es una obra con tres objetivos principales. En primer lugar, es un texto para disfrutar «de los recuerdos y los testimonios». En segundo lugar, está enfocado a «aquellas personas que no han descubierto los muchos y variados recuerdos que Federico Gamboa puso en negro sobre blanco durante casi 50 años». Finalmente, «este libro es para aquellas personas que valoran o quieren descubrir la riqueza y complejidad de los testimonios». Indudablemente, es una obra que te abre un mundo nuevo.
Julián Vázquez-Robles, nacido en Chiapas en 1967, es Maestro en Historia de México y obtuvo el doctorado en Ciencias en la especialidad de Investigaciones Educativas. Este no es su primer libro, pues ya cuenta con varios en su trayectoria: Viernes social (2003) y Krisis (2004). En este libro Los cuadernos malditos de Federico Gamboa (2022), publicado con la editorial Círculo Rojo, ha realizado un estudio completo de Federico Gamboa (México, 1864 – 1939). Este hombre no fue simplemente escritor de éxito en su época, sino que también fue aclamado político, posterior exiliado, y un gran diplomático. Seguramente se le conozco por ser uno de los mayores representantes de la literatura mexicana, pero en su figura se pueden encontrar mucho más apuntes.
Huelga decir que este libro es académico, las citas y las referencias son constantes. No se debe tomar como una novela al uso, pero puede servir perfectamente para ser leído y conocer, así, la figura de este gran escritor. Personalmente, no lo conocía, no había escuchado sobre él y me pareció extraño, pues he estudiado el grado de Filología Hispánica; mi interés ascendió. «¿No me lo habían mencionado por algo en concreto?», me pregunté.
El libro está dividido en cinco capítulos, estos, a su vez, divididos en otros subcapítulos menores. En sus más de 450 páginas encontramos, en el final, un cuento que apareció en la revista El Heraldo Ilustrado el 27 de junio de 1920.
Cuando leo este tipo de libros siempre pienso en lo beneficioso que es conocer la figura del autor para después desgranar mucho mejor sus obras. Ahora que lo he terminado me quedo con la sensación de querer descubrir más de Federico Gamboa, de analizar cada palabra que diga.
No creo que sea necesaria realizar en esta reseña una descripción completa de su vida, pero como apunte contaré que la vida política y literaria están íntimamente cruzadas. No conocía tampoco nada de las formaciones políticas mexicanas, pero debo agradecer a esta obra porque me ha enseñado mucho más de lo que pensaba.
Sería una inconsciencia recomendar la lectura de esta obra en una tarde de playa, pues seguramente sea algo densa. Pero sí que la recomiendo para todas aquellas personas que sientan la necesidad de descubrir a un autor nuevo. No me cabe duda que las lecturas que haga del autor las voy a saborear mucho más, más intensamente, y con conocimiento de causa. Solo me queda agradecer a Julián Vázquez-Robles por su excelente trabajo realizando esta gran biografía. ¡Enhorabuena!