Hay libros que, más allá de su calidad literaria, demuestran que hay un autor ilusionado detrás. Y ya no solo ilusionado, sino con la intención de escribir un buen libro. Es fácil vislumbrar que hay libros escritos con rapidez, sin mucha reflexión previa, pero en este caso es diferente. Puede resultar extraño comprender que hay autores que escriben simplemente por el logro de publicar un libro, no para enamorar a sus lectores. En esta reseña de La marca os contaré en qué se diferencia y por qué lo recomiendo.
Elena Delai es la autora de esta obra. En el propio libro hay pocos detalles sobre su identidad, pero indagando en internet podemos descubrir algo más. «Soy leonesa de corazón, una persona muy básica, trabajadora, optimista y una vida a las espaldas que ha ido poniéndome a prueba con vivencias y circunstancias que me han traído hasta el momento presente y me han aparcado en un pequeño pueblo de León». Sin embargo, detalles personales no importan para valorar la obra en sí. La marca es la primera parte de la saga «Los dueños del tiempo I».
La marca es una novela que se engloba dentro del género histórico y de ficción. Para que entendáis la sinopsis, os contaré que cada capítulo se ubica en un lugar diferente —sí, hay algunos repetidos para que la historia tenga su continuidad—. Pero no nos encontramos en el mismo tiempo, hay saltos. Por ejemplo, el primer capítulo es Egipto (1092 a. C.), mientras que el segundo es Chicago (2022 d. C.). El quid de la cuestión es que se descubre que existe la posibilidad de dominar la temporalidad y la mortalidad. Por lo tanto, nuestro destino está determinado por fuerzas que desconocemos.
Bajo la premisa de que todo está decidido, tanto nuestro nacimiento como nuestra muerte, todo pierde interés. ¿Tiene valor que decida no viajar? ¿Va a modificar mi vida si me quedo en la cama? Estos sentimientos son los que se debaten durante todo el libro. No obstante, hay mucho más. Hay sucesos históricos importantes que se «revisitan». Otros influyen en el porvenir de la obra… Siento que es difícil comentar la sinopsis de la obra sin revelar información importante. ¡Aunque me gustaría citar la frase final, una maravilla!
No obstante, creo necesario relatar algunas cuestiones estilísticas sobre la obra. En primer lugar, la obra no es muy extensa, tiene menos de 300 páginas y la letra es grande y ancha. El papel utilizado es cómodo, cómodo para la vista, al igual que la maquetación. Independiente de todo esto, ¿cómo escribe la autora? ¿Qué nos podemos encontrar?
La marca es un libro sencillo de leer, quizás no tanto de entender. En lo personal, no me ha constado, pero siento que a alguien que le cueste ubicar los saltos temporales le puede costar. ¿Es un libro para todo el mundo? Seguramente no. Si detestas la ficción histórica, no estás ante tu libro, pero si tienes cierta curiosidad por leer un libro interesante, que te muestre una historia hasta el momento desconocido, deberías leerlo. Siento, además, que esta es una historia adictiva, engancha y te hace pensar en ella cuando no estás leyendo. Y, al terminarla, te quedas con ganas de más. No solo espero la segunda parte, sino que espero que esta saga se convierta en un universo completo. ¡Buena trabajo, Elena, muy recomendada!