Perdonen mi ignorancia si reconozco que no había escuchado hablar de Jom Friser. Este libro, su antología poética, es la puerta que abre la obra del autor al resto de mortales. De una manera excelente, se recogen sus obras, compaginado con escritos y explicaciones que aporta el propio autor. En esta reseña de Antología poética de Jom Friser seré lo más sincero posible.
Jom Friser, nacido en Borrassà en 1949, es físico teórico especializado en Física Matemática. Sus profesiones son variadas, pero se pueden diferenciar entre ciencias y letras. En el primer grupo, encontramos que es programador, diseñador de algoritmos y catedrático de Física y Química. No obstante, centrándonos en las artes, es escritor y poeta. Como se encuentra en su biografía, «A finales de la década de los sesenta, antes y después de los hechos del mayo del 68 de París, escribió cuatro libros de poesía», que se visibilizan ahora. Está «influenciado por la corriente contracultural de los escritores y poetas de la llamada Beat Generation».
Antes de entrar en las poesías propiamente dichas, es necesario describir algunos apuntes que me parecen importantes. Como se indica en la obra, muchos de estos poemas han sido escritos haciendo autoestop mientras se dirigía al norte de Europa, entre los diecisiete y veinte años. Este apunte, aunque pueda sonar anecdótico, demuestra el carácter biográfico y personal que poseen los versos. Por eso mismo, leer sus obras desde el principio hasta lo último es hacer un viaje al interior del autor.
Esta antología contiene varios poemarios formulados como individuales en un primer momento: Poemas simétricos (1964 – 1966), Isomerías poéticas (1967 – 1972, dividido a su vez en diferentes fragmentos vitales), Poemas en un «mundo máquina» (2018), Poemas en un «mundo heurístico» (1960) y Poemas en «La nube digital» (2023). Y algo que me encantó: hay una parte final con fotografías.
¿Cómo podría describir su poesía cuando el tiempo ya ha pasado por ella? Indiscutiblemente, habría que dividirla en fases, pues no es igual su primera obra que las últimas. Sin embargo, sí que hay puntos en los que se conectan y son los que quiero destacar. Siento que el autor es experto en la lírica, pues se destaca la musicalidad en sus poemas aunque no tengan una rima propiamente dicha. Usa el recurso de la repetición, cada palabra tiene un color, creando así un conjunto bastante llamativo. Hay poemas, como el que encontramos en la página 404, «Only», que juega con palabras en inglés, algo recurrente en su obra. Y no me puedo despedir sin hablar sobre la sinceridad de la poesía. Es cierto que alguien externo al poeta pueda extrañarlo, como me ha pasado a mí, pero rápidamente le comprendes y sabes cuál es su intención. Y eso se gana siendo sincero y mostrando tus sentimientos tal cual son. No hay que fingir nada para conseguir algo que deseas.
Disfruto mucho de las antologías que vienen completas, es decir, con explicaciones, con diversos prólogos, con análisis y recursos para que la imagen del lector hacia el autor sea compacta. Y más cuando estamos hablando en términos de poesía. En la narrativa no importa tanto. Eso sí, que quede claro, este libro no está preparado únicamente para estudiosos de la poesía. Los lectores del género pueden introducirse y descubrir a un poeta muy interesante. Como he comentado al principio, este es el libro perfecto para leer al autor, para descubrirlo y que coja relevancia en nuestras vidas.